Este viernes realizó su primera visita como diputado a la Asamblea Nacional (AN) a Yare III, donde estuvo recluido durante ocho meses, con el fin de discutir el proyecto del Código Orgánico Penitenciario y recabar planteamientos de los internos
Cárcel de Yare III | Cortesía del diputado Richard Blanco
Richard Blanco realizó este viernes su primera visita como diputado a la Asamblea Nacional (AN) al centro penitenciario donde estuvo recluido durante ocho meses: Yare III, ubicado en San Francisco de Yare del estado Miranda.
El objetivo de esta visita fue asistir a una jornada de trabajo, conjuntamente con miembros de la Comisión de Cultos y Asuntos Penitenciarios, privados de libertad, familiares y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), entre otros, con el fin de discutir el proyecto del Código Orgánico Penitenciario, aprobado en primera discusión en el Parlamento.
Blanco ratificó que, "independientemente de que se discuta este proyecto", si no existe voluntad política y no se utilizan los recursos aprobados para este sector, seguirán ocurriendo huelgas de hambre, de sangre y motines. "Siempre hemos sido serios de que eso no va a ser la panacea que dará solución al problema", agregó con respecto a la discusión del proyecto legislativo.
Señaló que "lo más dramático" que existe en estos centros de reclusión, es que hay 45.000 personas privadas de libertad, con una capacidad sólo para 12.500 en las 33 cárceles del país. Precisó que actualmente están realizando conversatorios, e indicó que este martes acudirán al centro penitenciario de Puente Ayala, en Barcelona, y el 20 de este mes estarán en la Penitenciaría General de Venezuela.
El diputado aseguró que los internos realizaron importantes planteamientos relacionados con el retardo procesal, la atención en materia de salud, el apoyo logístico al centro de carpintería y herrería, y la alimentación. Con relación a esta última, Blanco sostuvo que "sigue siendo deficitaria".
Recordó que, por cada preso, se toma en cuenta una cifra de 14 bolívares diarios para desayunar, almorzar y cenar. "No sé qué ser humano puede comer con eso", dijo. Indicó que durante la jornada también discutieron "el contraste" con relación a Yare I donde existe, según detalló Blanco, un total de 2.500 personas para un espacio con capacidad para unas 400.
Fuente: El Nacional
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